Alumno: Martín Sastrè Martínez.
Sede: Preparatoria abierta Tabasco 03Tutor: Elsa María Keinrad IbarguengoitiaSCHILLER, Herbert “Las corporaciones se apropian de la expresión pública” en Cultura S.A., Universidad de Guadalajara, 1993. (pp. 123-150)
LAS CORPORACIONES SE APROPIAN DE LA EXPRESION PUBLICA.
En este articulo el autor se refiere a lo que esta sucediendo en los sitios y canales de la expresión publica y la creatividad, así mismo hace referencia como son utilizados los museos y que factores gobiernan el uso de las ondas electromagnéticas (radio y televisión), como utilizan la industria de la conciencia para vender en el mercado a cambio de una utilidad, se refiere también al avance de la información y a las limitaciones que hay para su acceso, así como el surgimiento de los centros comerciales, como propiedad privada, representando al poder económico.
El museo ha servido como escaparate a los grandes corporativos, a pesar de sus orígenes adinerados, era utilizado como un recurso publico, donde escolares lo visitaban como parte de su formación, en la actualidad los objetivos son diferentes al igual que su estilo, considerando al museo un instrumento corporativo, ha sido anexado a la industria de la conciencia. Ahora el museo es aliado de los intereses del gran capital. Instalando exposiciones temporales (Museo metropolitano de Arte de Nueva York) donde existe gran cantidad de publicidad de su patrocinador corporativo, así como espectáculo y diversión, al estilo del consumismo. El museo no es más que una de tantas instituciones en el mundo del arte, pero según sus prácticas actuales muestra lo que ocurre en el resto del mundo. En cualquier caso, las artes y los museos disfrutan de buena lubricación gracias a sus patrocinadores corporativos. Apropiándose estos para fiestas y celebraciones. Los museos utilizan la exposición de gran éxito, diseñada como medio para garantizar la asistencia de las masas, para que estas sean expuestas a un mundo de publicidad. Las exposiciones de los patrocinadores son basados en ideologías neutras y materiales no controvertidos. Hans Haacke se ha ocupado de desenmascarar a la industria de la conciencia y el papel del arte y los museos como componentes de esa industria. Descubrió Haacke el secreto de cual material no es aceptable para la industria de la conciencia, su pecado o su logro, reside en preguntar como es ganado el dinero que se destina al arte, más sin embargo Haacke por el momento no es considerado, un rival de la industria de la conciencia. Las actividades del mundo del arte representan una relativa pequeña parte de la vida nacional, aunque importante e influyente, razón por la cual se relaciona con el mundo corporativo.
En las décadas de la posguerra se llevo a cabo una migración de habitantes urbanos hacia los suburbios, se acentuó después de la segunda guerra, debido a la construcción de carreteras el automóvil se volvió el medio de transporte favorito, después de esta evolución se formaron las ciudades externas, suburbios o exurbios, ofreciendo su propio lugar de interacción social: el centro comercial, convirtiéndose al pasar de los años en el modo de vida nacional dominante, superando al numero de escuelas secundarias. El centro comercial es completamente privado, por lo tanto las políticas la imponen ellos, en cuanto a publicidad, se consideran los centros comerciales una maquina de vender, muy diferente a las calles citadinas que promueven un clima de compras.
Los centros comerciales por sus características de arrolladora comercialización, se convirtieron en lugares poco hospitalarios para los intelectuales y los inconformes sociales, debido a su carácter de propiedad privada, los pensamientos y acciones independientes, se hallan de hecho excluidas. Por lo tanto los dueños deciden que tipo de actividad es permisible en sus centros comerciales.
El uso de las calles públicas ha sido objeto de lucha social desde principios del siglo XIX. John Friedmann, cree que una ciudad solo es digna de ese nombre cuando sus calles pertenecen al pueblo. De la misma manera considera que el pueblo solo sale a la calle y la considera suya: cuando protesta y cuando celebra.
Con el surgimiento de la televisión, hemos presenciado una comercialización galopante de las celebraciones, manifestaciones y desfiles públicos. La creación de nuevas y frecuentemente falsas celebraciones constituye un gran negocio, afectando estas acciones el interés y bienestar de la comunidad. La mayor parte de los espacios existentes son propiedad privada, utilizándolos para publicidad de toda índole, según convenga a sus intereses, ya que estos dominan la vida económica y política. El autor considera que la televisión es un educador no reconocido. La influencia de la omnipresente televisión (con base en el tiempo dedicado a verla) rebasa por mucho el de la educación formal.
La televisión ha servido esencialmente como instrumento de mercadeo, anegando a los espectadores con miles de anuncios, docenas de ellos por hora de transmisión. La extensa comercialización de la TV es el resultado directo de la apropiación de la industria cultural del medio televisivo con fines de mercadeo. Existen conglomerados de paga donde ofrecen programación exenta de comerciales. El sistema corporativo transnacional y su infraestructura cultural son fenómenos mundiales.
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